Carnivàle

Un deleite para los sentidos. Con mi hermano eran sagrados los sábados a las 10pm en HBO. Se escuchaba el "¡empezó, empezó!" y los pasos apurados para llegar a la tele. Que gran serie. Ambientada en 1929, para la Gran Depresión en EE.UU., vamos siguiendo a un circo al más clásico estilo, con hermanas siamesas, la mujer barbuda, el adivino, el hombre súper fuerte que dobla barras de acero, la encantadora de serpientes y las danzarinas exóticas. Y todo está envuelto en el misterio y la magia, en la lucha del bien y del mal. El casting es perfecto. Cada actor calza como un guante en su personaje. La estética es hermosa. Si no te engancha, vale la pena ver un par de capítulos sólo para apreciar su estética. Hasta la presentación es fenomenal: la música, el juego de imágenes, ¡uf! Realmente una joya. ¡Se las mandaron en HBO!

AVISO DE RESUMEN

La serie gira en torno a un chico llamado Ben Hawkins (Nick Stahl), quien es recogido por un circo ambulante luego de haber perdido a su madre y su hogar. Pero van pasando los capítulos y te vas dando cuenta que a Ben no lo recogieron sólo por caridad, sino que hay algo más y ese algo más lo irás descubriendo con el tiempo. En paralelo, va siguiendo la historia de un cura, el Hermano Justin, quien se va dando cuenta que posee un extraño poder que no logra controlar. La serie juega todo el tiempo con la lucha entre el bien y el mal, con la decadencia de la época y con el intento de los personajes por entender su lugar en la compleja trama en que se ven envueltos.

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